Las criaturas de sombra únicamente pueden ser llamadas o invocadas por el linaje Vana'Diel de Noctem, y de entre ellos, sólo aquellos que portan la marca (a modo de tatuaje) en su piel son capaces de contactar con ellas. Este tipo de seres tenebrosos obedecen sin miramientos a su invocador y lo protegen con su vida por encima de todo, incluso de cualquier otra orden previa.

Pertenecen a un reino fuera del alcance de los moradores de Lathenia y a través de la magia es el invocador o la invocadora quien les llama y les permite el paso con su poder al continente. En concreto, pertenecen de forma directa al ente Thanatos, y son criaturas del inframundo. Aunque inicialmente no son malvadas, canalizan las órdenes del dios a través de los invocadores. Thanatos maneja su vida y su muerte, y es consciente de que para poder seguir sembrando y sesgando las vidas de los habitantes de Lathenia no puede darle al lado oscuro todo el poder de golpe, sino de forma conveniente y gota a gota.
Dichos convocadores tienen que concentrarse durante unos instantes y efectuar una serie de movimientos, parecidos a una elegante danza, mientras recitan unas palabras en su lengua para liberar a la bestia a partir de las sombras que se forman y que sirven de enlace entre ambos reinos.
Esto consume parte de sus energías, dependiendo de la bestia invocada y del vínculo que tengan, y cuántas más veces lo hayan convocado más fuerte es dicho lazo.
Además de combatir, pueden compartir el sentido de la vista y del oído, según la naturaleza del animal.
Para que la bestia regrese a su reino nuevamente el conjurador simplemente tiene que ordenárselo, igualmente en su lengua, o bien puede darse el caso de que la criatura muera. Si esto ocurre el invocador o la invocadora siente el dolor de la pérdida, que se hace tan físico como mental y que puede llegar a sumirle en la inconsciencia de forma profunda.
Dahlmasca es capaz de invocar a las siguientes criaturas:
Balshäan: Suele llevarle consigo a modo de mascota, como compañía y es a la criatura a la que más afecto le tiene puesto que fue la primera que aprendió a llamar. Es rápida, fiera si requiere y buena rastreadora. Su dentellada tiene una fuerza sorprendente y que nadie espera. Pueden compartir la visión.
Ábôshäan: Es la segunda bestia que aprendió a convocar y la suele llamar a menudo también. Es más veloz y ágil que Balshäan, aunque menos diestra en batalla. Pueden compartir la visión.
Nívix: Este pequeño animalillo es sumamente sigiloso y ágil, además de venenoso. Un solo arañazo de sus colmillos basta para quedar envenenado. Dicho daño actúa lentamente y no es inmediato, pero sí es muy eficaz y complicado contrarrestar. Puede compartir con Dahl el sentido del oído.
Valkäas: Es la primera criatura de sombras alada que aprendió a invocar, feroz y con mucha fuerza en la cola y las garras. Pueden compartir la visión.
Izzet: Es una bestia poderosa y agresiva. Tiene la piel recubierta de escamas muy resistentes y duras, el fuego no le afecta y su aliento y su lengua producen graves quemaduras.
Vosk: Es una criatura alada temible y violenta. Se asemeja mucho a un dragón pero de menor tamaño. Es capaz de transportar bastante peso y a menudo Dahl la utiliza como cabalgadura.
Kírtar: Es la mayor bestia tenebrosa que puede invocar, capaz de volar y arrasar aldeas en un suspiro. Es de las más feroces y fuertes.
Tezzeret, Miräari y Mirüion: Este trío de bestias de sombra siempre va unido y es con diferencia el ente más poderoso y letal, aunque el más arduo de convocar y el que más magia y por ende energía requiere. Por ello solo lo ha invocado una vez en sus 480 años. No siempre se dan las condiciones para que las tres bestias puedan acudir a la vez.
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