Raza: Elfa de luz.
Edad y fecha de nacimiento: 99 años pero con apariencia de 17. 8 de agosto.
Familia: Zandro y Alea Olyrnn son sus padres, él granjero y ella costurera. Tiene un hermano pequeño llamado Seith. (Personajes a predeterminar).
Fortalezas: Posee buena educación; humilde, pero es la única que le pudieron brindar sus padres. Sabe leer, escribir, coser y siente una gran afinidad por los animales. Siendo doncella y guardaespaldas personal de la princesa Earendil Aelasar, es ágil con las espadas de corto alcance. Aún debe aprender mucho sobre las armas.
Uso de armas: Espadas de corto alcance.
Rasgos psicológicos: Es buena por naturaleza y altruista y siempre deleita a la gente con su bella y misteriosa sonrisa. Cuando no está en palacio ayuda a su madre con la costura o a su padre con el ganado. En sus ratos libres sale de la ciudad y se adentra en el bosque, dedicando su tiempo a recoger bellas flores, con las que posteriormente realiza arreglos florales para su señora Earendil.
Lugar donde vive: En palacio, Leukós.
Estatus social: Comprometida (matrimonio de conveniencia) con Taegen Gwaelon (personaje a predeterminar), el herrero de la ciudad, hijo de una de las pocas familias adineradas de la ciudad. La joven es de clase media-baja.
Avatar: Sophie Turner.
Twitter: @Keishara_Olyrnn
Biografía: Keishara nació en el bosque mientras su madre regresaba de un viaje de negocios. Había ido a por telas nuevas y el parto se le adelantó, pillándole en la mitad del bosque. Aunque nunca han tenido mucho dinero, la chica es feliz con su familia porque se caracteriza por ser una de las pocas personas desinteresadas y humildes que quedan.
Cuando Keishara no tenía más de 67 años (15 años aparentes), un hombre, Taegen Gwaelon I irrumpió en su casa y discutió con su padre, revelando entonces las deudas que su progenitor cargaba en silencio a sus espaldas y amenazando con entregarle a las autoridades y que el rey Aelasar le juzgase. Keishara, con intenciones de salvar a su padre, se ofreció al hombre a cambio de su perdón, aceptando el susodicho únicamente si ella contraía matrimonio cuando cumpliera 110 años (unos 24 aparentemente) con su hijo, Taegen Gwaelon II.
Quedando el asunto "arreglado", Keishara vive con la angustia de que su poco tiempo de libertad se acaba, puesto que cuando contraiga matrimonio, deberá servir únicamente a la princesa y a su marido, quedando privada de cualquier otra libertad que poseyera con anterioridad. Desconocedora de la identidad de su prometido, la muchacha trabaja día y noche con ahínco para ahorrar todo el dinero posible y así saldar la deuda antes de que el plazo acabe, sin saber muy bien si Taegen Gwaelon I aceptaría el pago o no.
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